La vista de un recién nacido no tiene buena coordinación durante las primeras semanas. Su enfoque se limita a ocho o 10 pulgadas de distancia: aproximadamente la distancia entre el bebé y la cara de los padres cuando lo tienen en brazos.

Sin embargo, en el primer mes de vida se produce una rápida mejoría de la vista. El bebé empezará a seguir el movimiento de los objetos y a alcanzarlos. También le resulta más fácil enfocar las caras y los objetos cercanos.

El primer examen de la vista de un bebé debe realizarse a los 6 meses para asegurarse de que sus ojos están alineados y funcionan coordinados correctamente. Durante el examen, el optometrista buscará señales que indiquen algo fuera de lo común. También examinará cómo reaccionan las pupilas a la luz y la capacidad de los ojos de funcionar en conjunto para seguir un objeto¹.

A medida que el niño crece, mejoran los movimientos oculares y la coordinación mano-ojo. Es un paso gigantesco en su desarrollo que lo ayuda a realizar tareas importantes.

Estas tareas incluyen acciones como levantarse, alcanzar objetos y agarrar un juguete entre el dedo pulgar y el índice. Debería mejorar en la apreciación de la distancia y en el lanzamiento de objetos¹.

• Enséñele y cuéntele para que comience a asociar las palabras.
• Juegue al cucú para mejorar su memoria visual.
• Aliéntelo a gatear para que aprenda a seguir visualmente.
• Cambie de lado al alimentar al bebé para que vea desde diferentes ángulos.
• Cuelgue juguetes que se puedan tocar y alcanzar por encima de la cuna para estimular la coordinación mano-ojo.
• Hable con su bebé mientras camina por la habitación para ayudarlo a desarrollar la capacidad de seguimiento espacial.

En este punto, la coordinación mano-ojo y las competencias de percepción de la profundidad deberían estar más avanzadas. Estas competencias fomentan el interés del niño por lo que ocurre a su alrededor. Debe ser capaz de reconocer personas y objetos familiares y de garabatear mientras sostiene un artículo de escritura¹.

Su hijo debe someterse a un examen de la vista integral en algún momento entre los 3 y los 5 años. Un examen de la vista adecuado puede detectar enfermedades o anomalías oculares que pueden comprometer la vista del niño. Si es necesario, el optometrista puede recetar lentes o terapia visual para tratar determinados problemas de desarrollo de la vista.

Este examen debe ser una de sus prioridades antes de que su hijo empiece la escuela. Los resultados del examen se utilizarán como referencia en futuros controles².

• Léales a los niños para que aprendan a visualizar lo que oyen.
• Haga rodar una pelota hacia delante y hacia atrás para ayudar a los niños pequeños a seguir objetos con la vista.
• Practique lanzar el Frisbee para perfeccionar la coordinación entre la vista y las manos.
• Juegue con rompecabezas para ayudarlos a desarrollar habilidades para resolver problemas visuales.
• Juegue con números o formas para ayudar a los niños a visualizar las soluciones en su cabeza.

Algunos problemas de la vista en los niños tienen síntomas más visibles. Programe un examen de la vista para su hijo si presenta uno o más de los siguientes hábitos:

• Sentarse muy cerca del TV.
• Tiene problemas para recordar lo que lee.
• Frunce los ojos, se los refriega o inclina la cabeza.
• Tiene un corto período de atención para la edad.
• Usa un dedo para trazar líneas mientras lee.
• Se tapa un ojo o inclina la cabeza hacia un lado.
• Evita colorear, armar rompecabezas u otras actividades visuales.
• Tiene dificultad con la coordinación entre vista, manos y cuerpo al jugar con una pelota³.

1. Infant vision: Birth to 24 months of age. American Optometric Association. Último acceso en diciembre de 2022.
2. Preschool vision: 2 to 5 years of age. American Optometric Association. Último acceso en diciembre de 2022.
3. School-aged vision: 6 to 18 years of age. American Optometric Association. Último acceso en diciembre de 2022.